Consideraciones sobre la Educación en Valores: Reflexiones juiciosas para una sociedad en deterioro



Consideraciones sobre la educación en valores
Reflexiones Juiciosas para una sociedad en deterioro

       Dr. Francisco José Pacheco Silva
Universidad "Rómulo Gallegos"


 En alguno de los cuentos de Jorge Bucay recuerdo haber leído sobre tres verdades. Estas, a decir del autor, contienen en su esencia la solidez y la confiabilidad que fortalecen el sentido común. La primera de ellas es realista y en su trasfondo está relacionada al ser y la conciencia: “Lo que es, es”; la segunda, un tanto controversial y cuestionable: “Nada que sea bueno…es gratis” y la tercera: “Nunca hacer lo que no quiero”, en la cual se reconoce la libertad y la autonomía como facultades del hombre para obrar y actuar en función de su vida.
Evoco cada una de estas expresiones, porque las considero necesarias y pertinentes para intentar, desde mis más humildes e imperfectas reflexiones, escribir sobre un complejo aspecto que da sentido a nuestra vida: los valores. Desde ese pensar, puedo decir que han sido muchos los filósofos, autores y “expertos” que han escrito y hablado acerca de la educación en valores, entendida como la base fundamental que sustenta la acción desde la cual se promueve y busca consolidar la formación ética y ciudadana, integrando a esa tarea, en rol de protagonistas y responsables, a la familia, los docentes, la comunidad, el Estado y, en su integridad, al sistema educativo.
Durante los últimos años, la humanidad ha sido testigo de vertiginosos e intempestivos eventos, que han influido notoriamente en ese proceso de adaptación y de evolución, tanto humana como social, que ha acompañado los cambios en la vida del hombre y ha desvirtuado, de alguna forma, la responsabilidad integrada y compartida del Estado, la sociedad y la familia en ese orden de inculcar y promover valores para coadyuvar a la formación de la personalidad y la conformación adecuada de la identidad ciudadana.
Desde la evolución de los hechos, se ha podido observar, que en el imaginario de la juventud, se ha venido accediendo al aprendizaje de los valores, su práctica y la comprensión de los derechos y deberes ciudadanos, a través de una especie de vía que se percibe en un progresivo y constante deterioro, desluciendo aquello que debiese ser producto del trabajo conjunto y cohesionado de la familia y las instituciones sociales; las cuales, en la acción e interacción de sus grupos constituidos, a todo nivel, cada día lucen más dispersos e indiferentes hacia la educación formal y la sociedad que tanto les necesita. Desde esa mirada, se hace cada vez más necesario trabajar para reintegrarlos y reencausar acciones, si es que se pretende vivir en un contexto social que garantice las condiciones ideales de vida que el hombre siempre ha deseado.
Desde la idea última, es preciso hacer énfasis y reconocer la importancia del fomento y culto a los valores para la dignificación del ser humano y la reunificación de una sociedad, que exige y reclama renovar las ideologías y las políticas de Estado para que se retome el camino del bien común, y a través de una verdadera educación de calidad se promueva el desarrollo y se contribuya a dignificar al ser humano, para quien es una necesidad primordial el poder vivir en la diversidad.
En este punto, quiero retornar a la primera verdad, aquella a la cual Bucay denominó “una verdad montaña”, necesaria de tenerse presente al momento de buscar adosar los cimientos para construir la personalidad del ser sobre bases sólidas. “Lo que es, es”, por lo tanto, desde la individualidad, no se puede vivir de utopías, negándose al hecho de ver y reconocer, en toda su crudeza, la realidad que se vive. En nuestro caso, desde ninguna lógica, esa verdad a la que se refiere el ya mencionado autor puede dejar de considerarse al momento de reconocer lo que se vive en el País y en nuestra sociedad.
Por ese camino, en el cual se transita haciendo gala de una visión ilusoria, sesgada o apartada de lo está allí, ante nuestros ojos, no hay oportunidad de cambio. Si se sigue ese sendero no será posible unificar ni transformar al gran colectivo. No hay cambio ni reunificación posible si se vive y actúa indiferente al presente, no se piensa en el futuro y no se adquiere conciencia de la visible postración y deterioro en los que día a día se sume el ciudadano común y nuestra sociedad.
Vivimos en un constante debate entre los llamados de la conciencia y el “pretender ser lo que no somos”, actitud a la cual arrastra la realidad social en que vivimos. Es así como vamos perdiendo el respeto y amor por nosotros mismos, desvirtuamos nuestro sentido de vida y en consecuencia reflejamos y materializamos el desapego por el respeto y la aceptación de los demás. Se observa dolorosamente como el “yo animal” se sobrepone progresivamente al “yo comprensivo, respetuoso y tolerante” y se aleja, paso a paso de la internalización y el culto a los valores.
La reflexión sobre la segunda verdad implica una consideración al sacrificio. Acceder a una condición de dignidad humana implica el goce de valores esenciales como: la solidaridad, la participación, la igualdad, la justicia social y distributiva; lo cual, en tiempo de crisis, como el que se vive en nuestra sociedad, no parece darse ni obtenerse de modo fácil.
La educación parece haber perdido su rumbo y los deberes y derechos de los ciudadanos se ejercen y disfrutan a capricho de quienes llevan las riendas y norman las instituciones; por lo tanto, desde nuestra realidad, surge una interrogante sin inmediata respuesta: ¿Cómo pretender promocionar y tratar de lograr la conformación de un hombre integral si no es posible lograr que se correspondan los principios elementales de la educación y el ejercicio de los deberes y derechos con el servicio y beneficio desde y para el bien común? La sociedad moral se conforma desde sus partes. El hombre y las instituciones son los llamados a transformar para bien los espacios y ambientes de interacción y convivencia.
Siendo las cosas así, desde nuestra realidad-país, “nada que sea bueno…es gratis” y por tanto, en uso de nuestra conciencia, creatividad y voluntad estamos llamados, desde la individualidad misma, a luchar y trabajar por aquello que deseamos y queremos; por lo que anhelamos ser, por lo que queremos lograr y por esa sociedad ideal en la cual pretendemos y deseamos integrarnos para vivir.
Desde esa gran verdad, el logro del ideal constitucional proclamado en el preámbulo de nuestra Constitución, no será jamás alcanzado si el pensamiento y la acción de los ciudadanos venezolanos continúan apartados de su verdad. No se consolidaran los valores de libertad, independencia, paz, convivencia soberanía e integralidad –proclamados como necesarios para consolidar la nación- si se diluyen los principios que sustentan la sociedad en las garras de los intereses particulares, no se asegura una cultura para la convivencia ciudadana y se garantiza una verdadera educación que materialice, no solo el aprendizaje de contenidos sino también la internalización de los valores. La tarea es de todos y como tal debe ser comprendida para no inclinar el peso de las responsabilidades hacia el lado de una o varias individualidades.
La ética se sustenta en valores y estos se anidan y se consolidan en la subjetividad. Se siembran en el corazón del hombre, van madurando y desarrollándose a la par que este crece y también evoluciona. La conciencia es la voz moral, que al no estar oscurecida aporta la luz que nos permite distinguir entre lo que está bien y lo que está mal. Permite el valor para sobreponerse al miedo y ver la realidad con una mayor objetividad, siempre y cuando la voluntad haga posible el hacerlo.
Si se aprende a ser “yo”, no tendrán otros que influir en nuestro modo de ser y comportarnos. No será fácil el que alguien pueda obligarme a hacer lo que no quiero y desde esa premisa aprenderemos a ser nosotros mismos.
Ya para cerrar, reconozco la importancia de educarse; de internalizar y cultivar valores como pilares fundamentales de nuestra ética y moral. Desde ese pensar acepto que no es posible conformar ni vivir en una sociedad ideal si las individualidades que la integran se hacen indiferentes a su realidad; si se hacen sordos a los llamados de la conciencia moral y los líderes se olvidan del concepto de comunidad e interés público. No hay nación que se construya, mucho menos que se unifique y consolide, si no existe una verdadera conciencia ciudadana y una bien entendida e integrada educación académica y en valores.

7 comentarios:

  1. El planteamiento del autor del ensayo titulado Consideraciones sobre la Educación en Valores: Reflexiones juiciosas para una sociedad en deterioro, nos ubica en el contexto de la grave crisis ética y moral que experimenta la sociedad venezolana, frente a la cual debe asumirse la necesidad de sustentar el modelo educativo en cardinales valores como la dignidad, la convivencia armónica y el respeto por la diversidad, pues solo a través de ellos será posible alcanzar el bien común como expresión que conjuga los intereses individuales con aquellos de orden colectivo y en consecuencia implica la atención, formación y consolidación de los valores universales, conciliándolos con los valores individuales.

    Dr. Roberto Zamora H

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  2. Se ha hecho común escuchar hablar de Valores o Educar en Valores como la esencia del ser del individuo que vive y transforma una sociedad. Si bien es cierto que para que ello se cumpla es necesario que converjan una serie de elementos o factores que de manera responsable o corresponsable deben accionar con el propósito de promover la verdadera formación de un ciudadano integral y con identidad ciudadana. Dicho de esta manera y comparándola con la realidad del día a día nos enfrentamos con un choque o pudiéramos llamar especie de utopía entre lo que es el deber ser y el ser o la realidad misma.
    Desde esta perspectiva entiendo que producto de los cambios que han ocurrido en las sociedades del mundo en donde muchas veces se ha perdido el rumbo o el norte de la brújula hacia la evolución de la humanidad en valores , para lo cual se hace necesario redoblar esfuerzos en la búsqueda de un ser humano , caracterizado por ser un individuo con conciencia, responsable, reflexivo, entre otros aspectos fundamentales , para ello se hace pertinente que se cristalice lo que en materia instrumentos legales ( CRBV, LOE ) o entes gubernamentales (MPPE ) , así como la sociedad misma ( padres – representantes ) y que no se quede bajo un estado de indiferencia mientras se violan y trasgreden los derechos de esas ciudadanas y ciudadanos venezolanos que se encuentran en proceso de formación.
    De allí pues que se debe hacer énfasis en la necesaria y obligatoria participación de todos los que conformamos esta sociedad y que desde cualquier escenario o trinchera en el que se encuentre ofrezca sus valiosos aportes y así se alcance la tan anhelada formación del individuo en valores, que se respeten los derechos individuales y colectivos y podamos garantizar la llamada Educación en Valores, tan cuestionada por las repercusiones que ejerce en nuestra sociedad.
    De esta manera les dejo esta breve apreciación acerca de este amplio y complejo tema digno de análisis y aportes en miras de alcanzar la sociedad que queremos.
    Profesora Irene Cumana

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  3. Se ha hecho común escuchar hablar de Valores o Educar en Valores como la esencia del ser del individuo que vive y transforma una sociedad. Si bien es cierto que para que ello se cumpla es necesario que converjan una serie de elementos o factores que de manera responsable o corresponsable deben accionar con el propósito de promover la verdadera formación de un ciudadano integral y con identidad ciudadana. Dicho de esta manera y comparándola con la realidad del día a día nos enfrentamos con un choque o pudiéramos llamar especie de utopía entre lo que es el deber ser y el ser o la realidad. De allí pues que se debe hacer énfasis en la necesaria y obligatoria participación de todos los que conformamos esta sociedad y que desde cualquier escenario en el que nos encontremos ofrezcamos nuestros valiosos aportes y así poder alcanzar la tan anhelada formación del individuo en valores, que se respeten los derechos individuales y colectivos y podamos garantizar la llamada Educación en Valores, tan cuestionada por las repercusiones que ejerce en nuestra sociedad.
    De esta manera les dejo esta breve apreciación acerca de este amplio y complejo tema digno de análisis y aportes en miras de alcanzar la sociedad que queremos.
    Profesora Irene Cumana

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  4. Blanca Elena Pérez
    Los valores, son la carta de presentación del ser humano, ya que rigen nuestro patrón de conducta, no es algo que surge de la nada mas bien, es construido, en primer lugar por la familia, mas adelante por la escuela de la vida, y dentro de ésta, la educación que algunos iniciamos desde que estamos en preescolar, hasta lo que logremos alcanzar. Digo lo último porque, gran parte de la formación en valores, la recibimos y fortalecemos en nuestras instituciones educativas, pero que sucede; tal como lo plantea Jorge Bucay en una de las 3 verdades “lo que es, es”, esto para mí, no es más que la realidad que vive nuestro país, constituidas por familias disfuncionales, principalmente de madres jóvenes solteras, casi unas niñas, que terminan abandonando sus estudios, para adentrarse a sobrevivir y mantener este nuevo ser; entonces ¿Cómo se puede transmitir valores a las nuevas generaciones? No se puede tapar el sol con un dedo, la mayoría de nuestros jóvenes actualmente se entregan al mundo de la delincuencia, las drogas, entre otros vicios ¡Los estamos perdiendo!
    Particularmente, estoy preocupada, soy docente, apoyo el hecho de que lo bueno no es gratis, por eso desde esa responsabilidad tan grande que tengo de intercambiar saberes, sé que puedo contribuir con mi patria hermosa, a educar en valores; implica sacrificio, vocación, entrega. No es una tarea fácil, pero podemos comenzar a trabajar juntos para lograr esa Venezuela que anhelamos. Debemos hacer lo correcto, siguiendo nuestra conciencia, contamos con una gran cantidad de recursos humanos valiosos, actuemos con sabiduría y amor, expresemos nuestras ideas, “seamos libres”.

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  5. Los valores son considerados como referentes,pautas o abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona, pero es importante hacer mención que los actuales momento se evidencia una crisis de valores tal como se menciona en el articulo publicado, esto aunado a diversos factores sociales influyen de manera negativa en la formación no solo de los niños y jóvenes sino en los adultos, es importante reflexionar acerca de los cambios que se han presentados aceleradamente en nuestro país, sobre todo en el ámbito escolar, esta Venezuela requiere de profesionales de la docencia comprometidos con la labor docente para poder generar los cambios satisfactorios que se necesitan urgentemente, pero no fácil es necesario indudablemente la colaboración principalmente de la familia, estado, entre otros, es importante la integración de todo para que se los resultados que se esperan una sociedad donde se respete, exista la solidaridad, la equidad, la justicia, el respeto por la vida, sobre todo el amor que es la herramienta principal de todo ser humano. Mairy Ysabel Sojo Brizuela

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  6. El cumplimiento de los valores constituyen la base fundamental para vivir en sociedad. En este proceso de poseer y cumplir con los valores esta inmersa la educación como elemento esencial para la transformación del ser humano de manera intelectual y social. Es por ello,que el asunto de los valores se ha ido inculcando desde siempre para tratar de lograr que se acaten los derechos y deberes que como ciudadanos pertenecientes a una sociedad se deben cumplir como: la responsabilidad, el respeto, la humildad, la honestidad, entre otros. Todo esto se adquiere con la responsabilidad de la familia, la escuela e instituciones sociales. Pero, a pesar que existe la preocupación por hacer del cumplimiento de los valores un eje relevante de toda sociedad se nota su gran debilidad debido a algunos flagelos que dañan a la misma, aun así no se debe descansar para continuar inculcando este fenómeno para ser mejores seres humanos y contribuir a mejorar a nuestra sociedad que tanto lo necesita.

    En la actualidad es sabido que la educación ha sufrido muchas transformaciones, quizás buenas para unos, malas para otros, pero en definitiva observamos que la misma se ha desmejorado porque ha dejado a un lado sus principios fundamentales de enseñar con ética de aprender significativamente los conocimientos que son importantes para el desarrollo integral de toda persona y que solo se logra con una educación en valores, si es por esta debilidad existente se nota que el hombre va por un lado y el mundo por otro sin ubicarse en la realidad que se vive en el día a día.

    Prof. NANCY CARRILLO

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  7. La realidad venezolana planteada por el autor nos llama a reflexionar y a mirar un poco hacia el pasado, la vida venezolana no siempre a estado llena de estos sin sabores cotidianos a los que nos sometemos dia a dia, y digo esto porque en este territorio seb a pasado por manos desde las mas dura hasta las mas balndas, dictaduras libertadoras como la de Bolivar, dictadura de mano dura como la de Pérez Jiménez, democracias esperanzadoras como la de Betancourt, o dificiles como la de CAP, entendiendo y asumiendo que son duras o dificiles, esperanzadoras o liberetadoras desde el punto de vista social; pero para esto hay que entender lo importante que es la cultura en todo este andar, ya que esta esta posee un papel fundamental en cada individuo de este gran pais que conforman esa sociedad que contemp`la el autor, y a juicio de este humilde comentador mas alla y sin dejar de lado el esfuerzo que se debe hacer en conjunto para fomentar los valores debemos dejar de ver al estado como el "padre" de cada uno de los mas de 30 millones de venezolanos que posee este pais y procuparnos mas por trabajar en pro este pais para que desde alli se pueda tomar conciencia de la importancia que tienen los valores para cada uno de nosotros, asumiendo asi la educacion como uno de esos pilares junto a otros importantes como la familia y la comunidad que conforman una triada fenomenal para el sistema educativo. En conclusión se pueden rescatar los valores en un trabajo mancomunado para terminar de hacer crecer al individuo siempre que dejemos de ver al estado como responsable de todo lo que nos pasa cuando, es cada individuo responsables de lo que lleva a cabo, porque muy cierto es, de nada sirve lo que el estado provea una educacion basada en los valores cuando el individuo no se compromete por asumirla, si solo pretende que el estado lo cuide, es necesario un cambio cultural desde los individuos para que la sociedad progrese.

    Prof. Luis Rodriguez

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